Heber Andino
(FUSARIUM OXYSPORUM F.SP LYCOPERSICI) Es un patógeno del tomate y otra solanáceas, el huésped de este hongo sobrevive en restos vegetales o como clamidosporas en el suelo que perduran por varios años. La transmisión a distancia se da mayoritariamente por semilla, plantines infestados y maquinaria. Localmente se propaga por agua de riego o aire, así como trasplante con material afectados.
El hongo se desarrolla a temperaturas cálidas en rangos de 12 a 28°c. Esta temperatura acompañada de alta humedad relativa, y baja intensidad lumínica favorecen el desarrollo de la enfermedad. Otro factor son los suelos ácidos, arenosos, con bajo pH, pobres en nitrógeno y alto suministros de potasio.
Algunas malas prácticas como ser riegos des uniformes, mal control de insectos de suelo como ser gallina ciega, gusano alambre, sinfilidos y nematodos provocando las heridas y favorecen la entrada del hongo a la planta.
Lo primero que se observa en la planta es un amarillamiento en hojas básales, en horas cálidas se ponen marchitas y en temperaturas frescas se recuperan, pero finalmente se marchitan y mueren. Las raíces principales y la base del tallo presentan necrosis bascular cuando se corta el tallo, se raja se observa el sistema bascular de color marrón.
Luego que el hongo penetra en el tejido vegetal es difícil controlar en su totalidad, pero se puede recuperar un 50% de la plantación afectada. Debe hacer aplicaciones de productos químicos a base de triazoles como ser, (Circular Extra y Amistar Top) aplicados vía sistema de riego o drech, que la planta tenga una edad de mas de 30 días para evitar enanismo y usando las indicaciones correctas en la dosis indicada.
Asesor Técnico
Asesor de Grupo Cadelga con mucha experiencia en el campo del cultivo de Cebollas
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