Bernardo David Herrera
Son muchos los factores que inciden en la producción teniendo como principales causas en la baja del rendimiento productivo de nuestros animales:
La alimentación es el pilar para el desarrollo de la ganadería, buscando de esta manera explotar el máximo potencial genético de nuestro hato ganadero, el conseguir esto pasa necesariamente por aplicar nuevas tecnologías orientadas a mejorar el manejo de nuestros pastos, como prioridad para garantizar el éxito de nuestros pastos y forrajes es iniciar estableciendo los mismos de la mejor manera adoptando tecnologías que nos permitan o nos garanticen asegurar nuestra inversión hasta llegar a nuestro objetivo que es el tener alimento en calidad y cantidad deseable para nuestro hato.
Es muy importante antes de comenzar con todo el proceso el estar claro en el tipo de material de pastos que deseamos establecer, para esto debemos tomar en cuenta las condiciones del suelo en nuestras fincas (suelos pesados, ácidos o poco fértiles), el clima de la zona (seco o húmedo) y sobre todo tomar en cuenta el tipo de explotación que manejamos, de esta manera tendremos un panorama más amplio de lo que tenemos y será más fácil el elegir un material que nos responda mejor a nuestras necesidades e igualmente de las medidas a realizar para garantizar el óptimo establecimiento de la pastura.
El éxito en el establecimiento de nuestros pastos comienza con una buena preparación del terreno con el objetivo de acondicionar el mismo para el momento de la siembra, la preparación del terreno lo ideal sería con el uso de arado para romper, aflojar y voltear los primeros centímetros de suelo con lo cual eliminamos compactación del suelo, mejoramos un poco la fertilidad y reducimos la competencia con malezas en los primeros estadios del establecimiento dándole condiciones óptimas para su buen desarrollo, en algunas zonas en donde no es posible preparar mecánicamente como en laderas lo ideal es realizar un excelente control de malezas con el objetivo de garantizar el contacto de la semilla con el suelo para su germinación, recordemos que si la semilla no entra en contacto con el suelo no germinará y por consecuente perderemos la semilla.
En un principio el éxito del establecimiento comenzará con conseguir semilla de pasto certificada con valores de germinación (estimado del porcentaje de semillas viables dentro del empaque) y pureza (estimado del porcentaje de semillas puras en relación a otros materiales no deseables dentro del empaque) que no bajen del 80%, verificando de la misma manera su fecha de validación.
Para comenzar con la siembra es muy importante que tengamos suficiente humedad en el suelo evitando ambos extremos (encharcamientos o poca humedad) buscando siempre las condiciones óptimas para la germinación de la semilla. Se requieren 5 kilos de semilla por hectárea para nuestra siembra con esto garantizamos una buena población del pasto con el objetivo que este cierre más rápido la superficie del suelo reduciendo la competencia por malezas y asegurando así los mejores rendimientos del mismo por unidad de área. Es muy importante curar nuestra semilla para protegerla de plagas.
La siembra la podemos hacer al voleo o incorporándola al suelo a una profundidad de siembra no mayor de 2cm, siempre tendremos mejores resultados incorporando la semilla ya que de esta manera la protegemos de los rayos solares y aseguramos el contacto de la semilla con el suelo manteniendo la viabilidad por más tiempo y asegurando nuestra inversión.
El tiempo estimado de germinación puede andar de 4 a 7 días dependiendo de las condiciones de suelo y humedad.
Es recomendable realizar el primer control de Malezas luego de 30 a 35 días después de germinado con el objetivo de reducir la competencia con las malezas, de esta manera garantizar el buen desarrollo de nuestro pasto, esta práctica debe realizar se de una a dos veces por año según sea la presión de las malezas.
Como es de conocimiento general la mayor parte de los cultivos tienen una demanda nutricional diferente al momento de su establecimiento versus cuando estos ya están en su etapa productiva.
En su etapa de establecimiento demandan en mayores proporciones el elemento fosforo que es el que nos ayuda a estimular el desarrollo radicular de la planta y establecimiento inicial, por lo cual recomendamos a la siembra de 2 a 3 quintales de Microessentials (12-40-0 + 10S + 1Zn).
Reforzando este aplicación a los 40 días mediante la utilización de dos quintales de fastrac pastos (28-10-5 + S) la cual es una formula a medida para mantenimiento de pastos, realizando mínimo 2 aplicaciones al año para de esta manera garantizar la óptima recuperación y calidad nutricional de nuestros pastos.
Asesor Técnico - Honduras
5 años en el manejo de pasto para la alimentación de bovinos, con amplia experiencia en Mavuno.
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